Tabaco: acabar con una moda malsana

3 de febrero de 2015

Dra. Vera Luiza da Costa e Silva, Jefa de la Secretaría del Convenio Marco para el Control del Tabaco 

OMS

Hubo un tiempo, no muy lejano, en que fumar estaba de moda.

La televisión, las vallas publicitarias y las revistas estaban repletas de anuncios que glorificaban fumar. En los conciertos y acontecimientos deportivos, la industria tabacalera repartía productos y artículos promocionales de marca gratuitamente.

Y, todos, desde el padre de familia al médico de cabecera, fumaban en todas partes: automóviles, ascensores, restaurantes, hogares e incluso hospitales.

Esto sucedía en la década de 1980. La misma época en que empecé a tratar pacientes con cáncer de pulmón en un hospital del Brasil y que vi de primera mano los efectos del tabaquismo. En los seis años que pasé allí, vi perder la vida a muchos pacientes, a menudo antes de que transcurriesen dos años desde el diagnóstico.

Yo también perdí a mi madre por el cáncer. Unos años más tarde, mi padre murió de la misma enfermedad. Ambos estuvieron expuestos al humo. Mi padre era fumador y mi madre pasó años respirando su humo.

Después de aquello, me di cuenta de que era necesario prevenir el cáncer centrándose específicamente en su mayor factor de riesgo: el tabaco.

Necesidad de prevención

El Día Mundial contra el Cáncer es un día para recordar que el tabaco es la principal causa de cáncer en el mundo y la principal causa de mortalidad prevenible. Cada año mueren de cáncer 8,2 millones de personas; al menos 1,6 millones, o el 20% de las muertes, están relacionadas con el tabaco. Este año morirán más de 6 millones de personas a causa de enfermedades relacionadas con el tabaco, entre ellas, enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares crónicas y cáncer.

Celebrar 10 años de lucha contra el tabaco

A finales de este mes, celebraremos el décimo aniversario del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS), primer tratado intergubernamental creado para cambiar drásticamente el control del tabaco en todo el mundo. En vigor desde febrero de 2005, el Convenio Marco establece una serie de normas universales que indican los peligros del tabaco y limitan su consumo en todas sus formas en todo el mundo.

"En el Día Mundial contra el Cáncer, tenemos que renovar el compromiso de seguir reduciendo el consumo de tabaco, de manera que se haga realidad un mundo sin tabaco".

Dra. Vera Luiza da Costa e Silva
Jefa de la Secretaría del Convenio Marco para el Control del Tabaco

En diez años, el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco se ha convertido en uno de los tratados más refrendados de la historia de las Naciones Unidas. Sus 180 Estados Partes engloban el 90% de la población mundial.

Actualmente, el 80% de los países que han ratificado el Convenio han adoptado nuevas normas en materia de control del tabaco o han reforzado las existentes. El precio medio de un paquete de cigarrillos ha aumentado en casi un 150% en los últimos cinco años y muchos países exigen que al menos el 75-85% de la superficie de los paquetes de cigarrillos esté ocupada por advertencias sanitarias gráficas.

Cuarenta y ocho Estados Partes en el Convenio han introducido prohibiciones integrales de fumar, que abarcan tanto los lugares de trabajo cerrados, como los lugares públicos y el transporte público sin excepciones, lo que supone un aumento de casi diez veces desde 2005. Los espacios al aire libre, como playas y parques públicos, ahora han comenzado a convertirse en entornos sin humo. Y hay muchos países que han establecido el ambicioso objetivo de convertirse en países sin humo o con una población consumidora de tabaco inferior al 5%.

Una sociedad sin humo

El mundo ha cambiado mucho desde la década de 1980, cuando trabajaba en el hospital oncológico.

Fumar ya no es un comportamiento socialmente aceptable y está prohibido en muchos lugares. Hay información de salud pública ampliamente disponible sobre los peligros de fumar. Y los países están formando un frente común contra los avances de la industria del tabaco con el fin de proteger la salud de su población.

El décimo aniversario del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco muestra cómo la acción nacional e internacional coordinada y multisectorial en el ámbito de la lucha contra el tabaco puede hacer que un factor de riesgo deje de considerarse como algo normal e impulsar la agenda sanitaria. Ello demuestra que el sector sanitario puede de hecho persuadir a otros sectores para que tomen medidas, a través de impuestos, advertencias sanitarias gráficas, legislación y prohibiciones de comercialización, con el fin de salvar vidas.

Pero la guerra contra el tabaco aún no ha terminado. Todavía se prevé que morirán 8 millones de personas cada año hasta 2030, ya sea por haber fumado tabaco o por haber estado expuestas al humo ajeno. El uso de productos alternativos como las pipas de agua, el tabaco sin humo y los sistemas electrónicos de administración de nicotina está ganando aceptación y tendrá que abordarse a través de medidas de control del tabaco. El mercado ilícito de tabaco sigue representando uno de cada diez cigarrillos que se consumen en el mundo.

Para evitar esto, debemos estar unidos contra la industria del tabaco. Las empresas tabacaleras siguen gastando decenas de miles de millones de dólares cada año en publicidad, promoción y patrocinio de productos de tabaco. Continuamente cuestionan las medidas reguladoras que están adoptando los gobiernos para proteger a nuestros hijos y nietos de la adicción a sus productos.

Las muertes por cáncer debido al tabaco pueden prevenirse. Las muertes prematuras debidas al tabaco pueden reducirse. En el Día Mundial contra el Cáncer, tenemos que renovar el compromiso de seguir reduciendo el consumo de tabaco para hacer realidad un mundo libre de tabaco.