Datos y cifras
- El fósforo blanco es una sustancia química sólida de aspecto ceroso, normalmente amarillenta o incolora. Hay quien describe su olor como similar al del ajo.
- Arde de manera instantánea cuando entra en contacto con el oxígeno. Las fuerzas militares lo utilizan a menudo para iluminar campos de batalla, generar una cortina de humo y como material incendiario.
- Una vez encendido, es muy difícil de extinguir. Otra característica es que se adhiere a algunas superficies, como la piel y la ropa.
- El fósforo blanco es dañino para las personas por todas las vías de exposición. El humo del fósforo en combustión también es dañino para los ojos y las vías respiratorias debido a la presencia de ácidos fosfóricos y fosfano.
- El fósforo blanco puede causar quemaduras profundas y graves, penetrando incluso a través de los huesos. Después de la exposición, la prioridad es frenar el avance de la quemadura. Se debe tener precaución para evitar la exposición secundaria del personal médico al tratar a víctimas con quemaduras de fósforo blanco. El fósforo blanco puede volver a encenderse durante el tratamiento inicial o posteriormente debido al contacto con el oxígeno. Es necesario utilizar agua limpia o un preparado farmacéutico de solución salina durante todo el proceso.
Generalidades
El fósforo blanco (a veces llamado también «fósforo amarillo») es una sustancia sólida cerosa de color blanco a amarillo con un olor parecido al del ajo. Prende de manera espontánea en el aire a temperaturas superiores a los 30 °C y continúa ardiendo hasta que se oxida completamente o queda privado de oxígeno. El fósforo en combustión produce un humo irritante, denso y blanco que contiene una mezcla de óxidos de fósforo.
El fósforo blanco se usa para fines militares en granadas y municiones de artillería para alumbrar, generar cortinas de humo o como material incendiario. Sus principales usos industriales son la producción de ácido fosfórico, fosfatos y otros compuestos. Los fosfatos se usan para fabricar varios productos, como fertilizantes y detergentes. Antiguamente el fósforo se utilizaba como rodenticida y para fuegos artificiales.
Efecto de la exposición
El fósforo blanco es dañino para las personas por todas las vías de exposición. Se puede absorber en cantidades tóxicas tras ingerirlo o por contacto con la piel o las mucosas. El humo del fósforo en combustión es dañino para los ojos y las vías respiratorias, ya que los óxidos de fósforo se disuelven en la humedad para formar ácidos fosfóricos. Los efectos sistémicos pueden retrasarse hasta 24 horas después de la exposición. En los casos graves de exposición, entre los efectos sistémicos retardados pueden incluirse efectos cardiovasculares y desmayos, así como daño renal y hepático, nivel bajo de consciencia y coma. La persona puede morir por choque circulatorio, insuficiencia renal o hepática, daño del sistema nervioso central o lesiones miocárdicas.
- Exposición cutánea
La exposición al fósforo blanco puede causar quemaduras graves y profundas. Las quemaduras son extremadamente dolorosas y son el resultado de una combinación de lesiones térmicas y químicas. Las zonas afectadas de la piel expuesta pueden tener una apariencia amarillenta y presentar quemaduras de tercer grado con necrosis rodeadas de esfacelo.
El fósforo blanco es muy soluble en lípidos, por lo que puede corroer los tejidos subyacentes y provocar quemaduras profundas que tardan en cicatrizar.
Se debe tener precaución para que las partículas de fósforo blanco que quedan en el tejido dañado y el humo que emana de la herida no ardan de nuevo espontáneamente.
Las partículas de fósforo blanco que han penetrado en la piel, por ejemplo con la metralla, pueden comenzar a arder cuando la herida está abierta y expuesta al aire. De las heridas puede emanar visiblemente humo gris amarillento o blanco procedente del fósforo en combustión. El humo es irritante y puede tener olor a ajo.
El fósforo blanco puede absorberse desde la superficie quemada y provocar toxicidad sistémica, sobre todo cambios electrocardiográficos, como se ha comentado anteriormente.
- Ojos
Las partículas de fósforo blanco pueden provocar quemaduras y perforaciones en la córnea. La exposición al humo del fósforo en combustión puede provocar irritación ocular, blefaroespasmo, fotosensibilidad, lagrimeo y conjuntivitis.
- Inhalación
El humo del fósforo en combustión puede provocar irritación de las vías respiratorias superiores, tos, dolor de cabeza y edema pulmonar de aparición tardía.
Tratamiento tras la exposición
Después de la exposición, la prioridad es frenar el avance de las quemaduras. Los proveedores de atención de salud deben ser conscientes del riesgo que corren y tener acceso inmediato a agua limpia o un preparado farmacéutico de solución salina antes de comenzar el tratamiento. Deben seguirse las siguientes instrucciones al ofrecer atención a una persona que ha estado expuesta al fósforo blanco:
- Se debe evitar exponer a otras personas al retirar las partículas de fósforo. Dado que el fósforo blanco puede arder de manera espontánea, hay que tomar precauciones para prevenir la exposición a todas las fuentes de ignición, como las llamas vivas, el material eléctrico y los productos de tabaco encendidos para fumarlos.
- Hay que poner al paciente a salvo de la exposición y después desvestirlo y retirar sus efectos personales. Se debe tener en cuenta que la ropa contaminada puede prender o volver a arder, por lo que las prendas contaminadas deberían colocarse en un recipiente con tapa lleno de agua que esté claramente etiquetado como peligroso. Hay que lavar e irrigar la piel con agua fría y mantener la humedad en las zonas expuestas para interrumpir la ignición, cubriéndolas con paños húmedos cuando se transporte al paciente a la unidad de tratamiento.
- La piel y las heridas expuestas deberían irrigarse (lavarse) continuamente con una solución salina o agua fría, o bien sumergirse en agua, mientras se retiran las partículas de fósforo. La irrigación de las zonas afectadas puede frenar la combustión, reducir la temperatura de las zonas quemadas y diluir el ácido fosfórico que se pueda haber formado en la herida. Es importante utilizar agua fría y no templada. Con agua templada el fósforo alcanza más fácilmente la temperatura de autoignición; además, se puede derretir, lo que haría más difícil verlo. Hay que tener cuidado para no transferir la contaminación a la piel no expuesta.
- Los fragmentos de fósforo blanco fundido solo se deben retirar con pinzas, nunca con las manos, incluso aunque estén protegidas con guantes quirúrgicos.
- El fósforo extraído debe sumergirse en agua fría para prevenir la ignición. Es difícil ver las partículas de fósforo blanco incrustadas, pero se visualizan con luz ultravioleta.
- El tratamiento posterior depende de la gravedad de las quemaduras y debería llevarse a cabo bajo las instrucciones de un especialista en quemaduras.
- Si los ojos han estado expuestos al fósforo blanco o al humo procedente de su utilización, hay que irrigar primero el ojo con mucha agua o con una solución salina al 0,9% entre 10 y 15 minutos (se deben retirar las lentes de contacto si es fácil hacerlo). El uso de un anestésico local tópico reducirá el blefaroespasmo y ayudará a la irrigación; sin embargo, esta no debe retrasarse si el anestésico no está disponible de inmediato. Si hay partículas de fósforo en el ojo, hay que evertir los párpados y retirar las partículas sin dejar de irrigar. Se deben depositar las partículas en un recipiente con agua, efectuar un examen exhaustivo de los ojos y derivar al paciente a un oftalmólogo si hay signos claros de lesión.
Tratados y acuerdos internacionales
De acuerdo con la Convención sobre las Armas Químicas, el fósforo blanco no es un arma química, ya que se utiliza como un agente incendiario y no por su «acción química sobre los procesos vitales» (artículo II.2 de la CAQ).
El uso de fósforo blanco puede violar el Protocolo III (sobre el empleo de armas incendiarias) de la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales en un caso concreto: cuando se emplea deliberadamente como arma incendiaria directamente contra seres humanos en un entorno civil. Otros usos del fósforo blanco, como la iluminación del campo de batalla, no están prohibidos. Para establecer un uso ilegal de conformidad con la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales, se necesitaría una investigación sobre la intención con la que se emplea el fósforo blanco, lo que sobrepasa el mandato de la OMS.
Respuesta de la OMS
A petición del Estado Miembro afectado, la OMS presta asistencia, incluida la movilización de equipos internacionales para la asistencia in situ (RSI 2005, art. 13.3).
El personal de la OMS puede estar en condiciones de determinar que las víctimas han sufrido heridas por quemadura, pero nunca de identificar o confirmar el agente que ha causado estas quemaduras, ya sea fósforo blanco o cualquier otra sustancia química incendiaria. Esto solo lo puede determinar el personal médico que atiende directamente a la víctima o una autoridad local competente.
La investigación de un posible uso ilegal del fósforo blanco no forma parte del mandato de la OMS y requiere la participación de las autoridades nacionales o internacionales competentes.