Suicidio

18 de septiembre de 2024 | Preguntas y respuestas

El suicidio es un problema de salud pública en todo el mundo. Cada año, más de 720 000 personas se quitan la vida. La mayoría de estas muertes (el 73%) se producen en países de ingresos medianos y bajos. Además, el suicidio tiene un efecto dominó que afecta a las sociedades, las comunidades, los amigos y las familias de la víctima.

Se calcula que, por cada persona adulta que muere por suicidio, unas 20 más intentan suicidarse. Esta proporción varía considerablemente según el país, la región, el sexo, la edad y el método utilizado.

Sí. Existen intervenciones eficaces para prevenir el suicidio.  Hay que prestar apoyo emocional en el momento oportuno y restringir el acceso a los medios para hacerse daño. El objetivo es ganar tiempo mientras la persona lidia con las ideas suicidas. El enfoque VIVIR LA VIDA de la OMS, recomienda cuatro intervenciones clave de probada eficacia:

  • restringir el acceso a los medios utilizados para suicidarse (por ejemplo, plaguicidas tóxicos y armas de fuego);
  • educar a los medios de comunicación para que informen con responsabilidad sobre el suicidio;
  • fomentar aptitudes socioemocionales en los adolescentes; y
  • detectar a tiempo, evaluar y tratar a las personas con conductas suicidas, además de hacerles un seguimiento.

Los pilares básicos de las intervenciones de prevención del suicidio son el análisis de la situación, la colaboración multisectorial, la sensibilización la creación de capacidad, la financiación, la vigilancia, y el monitoreo y la evaluación.

Hablar abiertamente sobre el suicidio puede servir para que la persona vea que hay otras opciones o para ganar tiempo y que se replantee su decisión. Por tanto, el diálogo puede ser un medio para evitar el suicidio.

Los estudios muestran que las personas con ideas suicidas suelen están divididas entre el deseo de vivir o morir, y que quieren aliviar su sufrimiento. Algunas actúan de manera impulsiva y fallecen al cabo de unos días, a pesar de que les habría gustado seguir viviendo. Es fundamental ofrecer apoyo emocional en el momento adecuado para prevenir ese desenlace. Los estudios con personas que han tratado de suicidarse y han sobrevivido demuestran que muchas de ellas se sienten agradecidas tiempo después.

No. Muchas personas que tienen pensamientos suicidas no padecen problemas de salud mental, y muchas personas con problemas de salud mental no tienen deseos de morir. En las situaciones de crisis que generan ideas suicidas hay muchos causas concomitantes y factores subyacentes, como el malestar psíquico grave, el dolor crónico, las experiencias de violencia y determinantes sociales.

Los comportamientos suicidas no son fáciles de explicar. Nunca son el resultado de un solo factor o evento, ya que en ellos influyen varios factores complejos. Al tratar de comprender un comportamiento suicida hay que tener en cuenta la salud física, la salud mental, los sucesos vitales estresantes y los factores sociales y culturales.

¿Siente usted que no merece la pena seguir viviendo?

Si alguna vez ha pensado en el suicidio o en hacerse daño, continúe leyendo.

¿Está experimentando alguno de estos síntomas?

  • un dolor que parece abrumador o insoportable;
  • sentimientos de inutilidad o desesperanza;
  • soledad;
  • pensamientos negativos constantes;
  • dificultad para imaginar una manera de afrontar los problemas que no sea el suicidio;
  • la sensación de que a los demás les iría mejor si usted no estuviera, o
  • dificultad para entender por qué piensa o se siente de esa manera. 

Esto es lo que debe saber:

  • No está solo. Muchas personas han pasado por lo mismo y han encontrado ayuda.
  • Está bien hablar del suicidio. Puede ayudar a aliviar algunos de los sentimientos que está experimentando.
  • Pensar en el suicidio o en hacerse daño es señal de que sufre un malestar psíquico intenso.
  • Pensar en el suicidio no es una debilidad, ni algo por lo que sentirse culpable.
  • Puede sentirse mejor.
  • Pueden ayudarle. 

¿Qué puede hacer?

  • Cuéntele a alguien de confianza cómo se siente.
  • Hable con un trabajador de la salud, como un médico o un profesional de la salud mental, o bien un orientador o un trabajador social.
  • Únase a un grupo de ayuda.
  • Si cree que corre riesgo de hacerse daño a muy corto plazo, póngase en contacto con los servicios de emergencia o con una línea de atención telefónica para situaciones de crisis.

¿Conoce a alguien que esté pensando en suicidarse?

No es tan infrecuente pensar en quitarse la vida. Si está usted preocupado por alguien que podría estar pensando en suicidarse, continúe leyendo.

Esto es lo que debe saber:

  • Está bien hablar del suicidio.
  • Preguntar a una persona si está pensando en suicidarse no la lleva a actuar siguiendo sus sentimientos. De hecho, a menudo reduce su ansiedad y la ayuda a sentirse comprendida.

Signos de alerta:

  • cambios drásticos de humor;
  • retraimiento social;
  • expresar pensamientos, sentimientos o planes para quitarse la vida;
  • decir frases como «Nadie me echará de menos cuando me haya ido» o «No tengo razones para vivir»;
  • pensar en formas de suicidarse;
  • despedirse de familiares y amigos cercanos, y
  • regalar posesiones valiosas.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

  • haber tratado de quitarse la vida en el pasado;
  • padecer malestar psíquico grave o depresión;
  • estar socialmente aislado;
  • tener problemas con el consumo de bebidas alcohólicas o drogas;
  • sufrir dolor crónico o una enfermedad prolongada;
  • haber sufrido actos violentos, abuso u otro trauma;
  • pertenecer a un grupo social marginado o discriminado.

¿Qué puede hacer?

  • Encuentre un momento adecuado y un lugar tranquilo para hablar con la persona que le preocupa. Dígale que quiere saber cómo se siente.
  • Anímela a pedir ayuda a un trabajador de la salud, como un médico o un profesional de la salud mental, o bien un orientador o un trabajador social, y ofrézcase a acompañarla a una cita.
  • Si cree que la persona corre peligro a muy corto plazo, no la deje sola. Contacte con los servicios de emergencia, una línea de atención telefónica para situaciones de crisis, un trabajador de la salud o un familiar.
  • Si la persona vive con usted, asegúrese de que no tenga acceso en el hogar a medios con los que pueda hacerse daño.
  • Compruebe periódicamente cómo se encuentra.