La Organización Mundial de la Salud (OMS) publica hoy su nuevo informe Salvar vidas, reducir el gasto en el que revela que una inversión adicional de apenas USD 3 por persona y año en la lucha contra las enfermedades no transmisibles (ENT) podría generar beneficios económicos de hasta un billón de dólares estadounidenses de aquí a 2030.
Junto con el informe, la OMS presenta un nuevo análisis de la reducción de la mortalidad por estas enfermedades lograda por los países entre 2010 y 2019. Aunque en el 82 % de los países se registraron descensos durante este periodo, el índice de progreso se ha ralentizado considerablemente en la mayoría de las regiones, e incluso algunos países han experimentado un repunte de la mortalidad.
Las ENT causan la mayoría de las muertes a nivel mundial, mientras que más de mil millones de personas viven con trastornos mentales. Lo que resulta más preocupante es que casi el 75 % de las defunciones relacionadas con las ENT y los trastornos mentales —unos 32 millones al año— se producen en países de ingresos bajos y medianos.
Dentro de pocos días, el 25 de septiembre de 2025, los jefes de Estado y de Gobierno se reunirán en Nueva York en la cuarta reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la prevención y el control de las ENT y la promoción de la salud mental y el bienestar, con el fin de adoptar una ambiciosa declaración política que impulse la acción y la inversión mundiales en estas esferas fundamentales para la salud y el desarrollo.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, ha afirmado: «Las ENT y las afecciones de salud mental son asesinos silenciosos que nos arrebatan vidas y obstaculizan la innovación. Tenemos los instrumentos necesarios para salvar vidas y reducir el sufrimiento. Países como Dinamarca, la República de Corea y la República de Moldova marcan el camino que debemos seguir, pero otros se han estancado. Invertir en la lucha contra las ENT no es solo una decisión económica inteligente: es una necesidad urgente para velar por la prosperidad de nuestras sociedades».
Las ENT comprenden las enfermedades cardiovasculares (como el infarto de miocardio y los accidentes cerebrovasculares), el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas (como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma) y la diabetes, entre otras. En cuanto a los trastornos de salud mental, como la ansiedad y la depresión, son muy frecuentes en todos los países y grupos poblacionales, y afectan a todas las edades y niveles de ingresos. Si no se adoptan medidas urgentes y sostenidas para hacerles frente, millones de personas seguirán perdiendo la vida prematuramente.
La insuficiencia de los avances pone en riesgo a millones de personas
Aunque en la mayoría de los países se redujo el riesgo de morir prematuramente por una ENT entre 2010 y 2019, en el 60 % se produjo una ralentización respecto al decenio anterior. Dinamarca registró las mejoras más acusadas en ambos sexos, mientras que en países de otras regiones —como China, Egipto, Nigeria, la Federación de Rusia y el Brasil— también descendió la mortalidad por estas enfermedades en hombres y mujeres.
Los avances más marcados se lograron gracias a la disminución de las enfermedades cardiovasculares y de determinados tipos de cáncer, como el colorrectal y el de estómago en ambos sexos, los de cuello uterino y mama en las mujeres, y los de pulmón y próstata en los hombres. En cambio, los cánceres de páncreas e hígado y las enfermedades neurológicas contribuyeron a aumentar la mortalidad en muchos países.
Existen soluciones asequibles y costoeficaces
Las soluciones para hacer frente a las ENT y promover la salud mental y el bienestar son asequibles y dan muy buenos resultados. Sin embargo, los gobiernos están sometidos de forma constante a las presiones de sectores poderosos cuyas actividades favorecen la aparición de enfermedades. Las empresas que fabrican productos de tabaco, bebidas alcohólicas y alimentos ultraprocesados intentan a menudo bloquear, debilitar o retrasar la aplicación de políticas que salvan vidas, como los impuestos por motivos de salud y las restricciones de la publicidad dirigida a los niños.
El Dr. Etienne Krug, Director del Departamento de Promoción, Prevención y Determinantes de la Salud de la OMS, comenta: «No podemos aceptar que aumenten la mortalidad y las enfermedades con fines lucrativos. Los gobiernos deben anteponer a las personas frente a los beneficios y velar por que la presión de las empresas no frustre las políticas basadas en pruebas».
La ampliación de la aplicación de las denominadas «mejores inversiones» de la OMS —un conjunto de intervenciones de gran repercusión, como los impuestos al tabaco y al alcohol, la protección de la infancia frente a la publicidad nociva, el tratamiento de la hipertensión y el aumento de la detección del cáncer de cuello uterino— costaría solamente USD 3 adicionales por persona al año, en promedio, pero su rentabilidad sería considerable: de aquí a 2030, su aplicación plena podría salvar la vida a 12 millones de personas, prevenir 28 millones de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares, añadir 150 millones de años de vida sana y generar más de un billón de dólares estadounidenses en beneficios económicos.
Para cambiar el futuro, las instancias decisorias deben actuar
La cuarta reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre ENT y salud mental que se celebrará próximamente será la principal oportunidad de esta década para promover un cambio transformador entre las instancias decisorias del mundo. Si acuerdan una declaración política ambiciosa, los jefes de Estado y de Gobierno no solo reafirmarán su compromiso con el logro de las metas de 2030, sino que también establecerán un panorama para las próximas décadas que trazará un nuevo rumbo para salvar vidas y mejorará el bienestar de las generaciones venideras.
La Dra. Dévora Kestel, Directora del Departamento de ENT y Salud Mental de la OMS, señala: «Sabemos qué medidas funcionan y no podemos esperar más para aplicarlas. Los gobiernos que actúen con decisión protegerán y salvarán vidas, reducirán costos y desbloquearán el crecimiento, pero los indecisos lo pagarán con las vidas de sus ciudadanos y el debilitamiento de sus economías».
La OMS hace un llamado a los dirigentes, sus asociados y las comunidades para que promuevan medidas concretas, entre ellas:
- financiar y aplicar las mejores inversiones de la OMS, adaptadas a las necesidades nacionales;
- aplicar impuestos al tabaco, el alcohol y las bebidas azucaradas;
- reforzar la atención primaria en materia de prevención, detección precoz y tratamiento;
- proteger a los niños de la publicidad nociva;
- ampliar el acceso a medicamentos y tecnologías esenciales;
- asegurarse de destinar fondos a estas medidas mediante los presupuestos nacionales, impuestos por motivos de salud y ayudas específicas;
- fijar metas ambiciosas y supervisar los progresos con mecanismos rigurosos de rendición de cuentas; y
- frenar la injerencia de las empresas en las políticas de salud.
La cuarta reunión de alto nivel constituye una oportunidad inmejorable para adoptar una declaración política ambiciosa, orientada a la acción y factible sobre las ENT y la salud mental, que se base en pruebas, se fundamente en los derechos humanos y rinda frutos de aquí a 2030 y más adelante.
Nota para los redactores:
La OMS ha definido 29 medidas asequibles y de gran eficacia, denominadas «mejores inversiones», que los países pueden aplicar para prevenir y tratar las principales ENT, como las cardiopatías, la diabetes, los cánceres y las enfermedades respiratorias. Por sí solas, cada una de estas medidas aporta importantes beneficios para la salud, pero su eficacia aumenta cuando se combinan en un conjunto adaptado a las necesidades de cada país. Tackling NCDs: ‘Best Buys’ and other recommended interventions for the prevention and control of noncommunicable diseases, 2nd ed.